miércoles, 29 de marzo de 2017

En busca de tu Purusha

Puede que aun no lo hayas comprendido.
El universo esta en vos, en tu hombre espiritual, eres naturalmente hermoso. Deja de mirar sin mirar, deja de vivir la vida de manera material, entiende que si logras alimentar tu ser universal lo demás se dará solo, la belleza explotara de cada uno de tus poros, ya no habrá nadie quien se resista a tu luz. Entiende que venimos a construir, descubrir nuestra luz, a aprender que, el dios universal somos nosotros mismo.
Tu cuerpo se enfermera, el envejecerá, tu alma sera intacta en la eternidad si haces "bien" las cosas.
Tu hombre espiritual alcanzara la inmortalidad, volverá a ser universo, dios, naturaleza, el mundo entero se llenara de ti, de tu luz. Deja atrás esa inconsciencia de alimentar tu cuerpo, tu ego.
Solo recordando y descifrando los mensajes sagrados de amor y reencontrando tu Purusha vas a lograr alcanzar la belleza suprema, una mente sana que acompañara a tu cuerpo.
Deja de mirar para el costado, la consciencia despertara tras abandonar la ignorancia.
Fluye, no finjas mas algo que no eres, no te violentes tu alma alimentándola de cosas materiales, ya no le des de comer a tu ego.
La vida se te ha regalado, ¡Vívela!.
Reinicia tu cabeza, vuelve a pensamientos aniñados, vuelve a tu creatividad, a tu interés por la belleza cotidiana, aprecia cada uno de los instantes, cada una de las pequeñas cosas.
Vuelve a concentrarte en tu instinto. Crea, manifiesta te. Llora, ríe, ama, besa, abraza, sincerate. Escucha tu primer impulso, aquel que nace de la pureza de tus sentimientos. Por favor, abandonemos cada "aprendizaje" que nos ha dado la educastración.
Reiniciate, comienza de feto, de niño, que nada es terminal y cada situación tiene solución.
Encuentra tu pureza, abrázala, acaricia sus manos y pídele que se quede, que te enseñe de nuevo a ser feliz sin mas que un par de juegos de mesa o una plaza con columpios, que te enseñe de nuevo a abrazar a tus padres y decirles que los amas, que te devuelva las carcajadas desvergonzadas que sueltas sin problema alguno.
Pídele que se deshaga de la vergüenza hacia el llanto, que te recuerde que limpian la angustia de nuestro ser.
Dile que por favor te entregue otra vez la inocencia con la que sueles decir la verdad, la misma que solo permite mentiras piadosas, aquellas que no lastiman.
Susurrale las ansias de querer otra vez estar cara a cara con tu desinterés hacia el que dirán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario